La Lucha entre China y EEUU por la Hegemonía en el Pacífico


Asia producía en 1750 las tres quintas partes de la riqueza mundial. En 1900, tras la revolución industrial en Occidente, bajó hasta la quinta parte. En el 2050 recuperará sus valores de tres siglos atrás. Es evidente para EEUU y China que el dominio del mundo se ventila en Asia. Washington ha redoblado sus esfuerzos por controlar el Pacífico, una zona que Pekín considera, por lógica geográfica, bajo su influencia. El incremento armamentístico, las políticas de alianzas y la posibilidad de contagio de cualquier conflicto preparan, según muchos analistas, el escenario de otra guerra fría.

El presidente de EEUU, Barack Obama, ha oído muchas críticas por haber perdido la última década en guerras en Irak y Afganistán. En noviembre anunció un giro copernicano a su política. «Por ser la región del mundo que crece más rápido, no hay mercado más importante que Asia-Pacífico. Nuestras exportaciones ahí nos suponen cinco millones de empleos». La importancia crucial de la zona es innegable. Por ahí pasa la mitad del comercio naval del mundo. Además, bajo el mar del Sur de China se esconden cuantiosas reservas de gas y petróleo. Esas aguas, reclamadas por China, Taiwan, Filipinas, Vietnam y Malasia, son un potencial foco de problemas.

También es innegable que, en el imaginario estadounidense, China es una amenaza a la hegemonía global que urge contrarrestar. Washington ha aclarado que los recortes en Defensa no afectarán al Pacífico. Al contrario: moverá las piezas necesarias para fortalecer su presencia.

Obama pronunció aquel discurso en Australia, donde acababa de dejar la primera expansión militar a largo plazo desde la guerra de Vietnam: 2.500 marines en la punta más septentrional, además de barcos y aviones. EEUU también tiene desplegados a 28.000 soldados en Corea del Sur y 50.000 en Japón.

CHINA

Washington tiene tratados militares con los tres países anteriores, Tailandia, Filipinas y Singapur; está cerrando acuerdos de colaboración estratégica con la India y Vietnam, vende armas a Taiwan e intenta llevarse a su vera a Indonesia, Malasia y Birmania. En el terreno económico, Obama ha anunciado un tratado de libre comercio en el Asia Pacífico que excluye a Pekín.La presencia estadounidense en el Pacífico es atosigante para China, que ha denunciado además las frecuentes actividades de espionaje de sus navíos y aviones en aguas y espacio aéreo nacional. Los líderes chinos han criticado tozudamente que Washington desentierre las prácticas de la guerra fría. «EEUU debería abstenerse de mostrar músculo porque eso no ayudará a resolver las disputas regionales. Si sigue así, actuará como un toro en una tienda de cerámica y hará peligrar la paz más que asegurarla», señala por e-mail Derek Scissors, especialista de Asia-Pacífico de Heritage Foundation.«Asia se ha convertido en una zona económica muy importante -continua-. Además, Washington está reduciendo profundamente el compromiso militar en Oriente Próximo, y es natural que coloque recursos en otras áreas. Pero la región no apoyará sus esfuerzos a no ser que China sea vista como hostil», añade Scissors. No solo Pekín y Washington se rearman. La India ha aumentado su partida de Defensa un 54% en una década; Australia, un 49%, y Corea del Sur, un 45%.

La globalización, por suerte, impide los compartimentos estancos que apuntalaron la guerra fría del siglo pasado, cuando las economías de las dos superpotencias no se rozaban. Pekín y Washington no solo están íntimamente unidos por el comercio, sino que comparten inquietudes comunes como el medioambiente o la crisis global. Más que las armas chinas, Washington debería temer las millonarias reservas de dólares que acumula Pekín.

«No creo que haya exactamente una guerra fría. China no está intentando igualar en misiles y armas a EEUU. Pero Washington está muy preocupado por la pujanza económica china y existe el peligro de que pueda usar su única gran ventaja sobre sus rivales, que es su gran superioridad militar. Eso es lo que hará probablemente en Irán», sostiene Alan Mackinnon, director de la Campaña Escocesa por el Desarme Nuclear. Los analistas independientes aseguran que Washington y el lobi armamentístico suelen exagerar la amenaza china para impedir recortes en Defensa más radicales.

Fuente: El Periódico

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