Dos de Mayo de 1808


En 2008 se cumplió el bicentenario de la Guerra de la Independencia y no queriamos pasar la oportunidad de explicar el como y porque de este hecho histórico.

El pueblo de Madrid se sublevó contra la ocupación de las tropas francesas de Napoleón I Bonaparte, con lo cual se dio inicio a la guerra de la Independencia española. El amotinamiento madrileño fue una mezcla de espontaneidad popular y preparación, si bien escasa, militar, que contó con una contundente réplica por parte de las unidades invasoras. No obstante, los sucesivos levantamientos provinciales se generalizaron de tal forma que, hacia finales de junio de ese año, todas las localidades de España habían vivido su particular “dos de mayo”. Es esta una fecha emblemática en la historia de España, considerada como el punto de partida “oficial” de la edad contemporánea en ese país.

El rey Fernando VII, camino de Bayona —a donde había sido convocado por Napoleón—, dejó al frente del gobierno a su tío, el infante Antonio Pascual de Borbón. Los franceses contaban con un impresionante ejército de 50.000 hombres, situado en calidad de “aliado” en torno a Madrid, bajo el mando de Joachim Murat. El domingo 1 de mayo, el malestar era tan evidente que el propio Murat fue apedreado por desconocidos. El 2 de mayo estaba previsto que el resto de la familia real partiera hacia Francia. El chispazo emotivo se desencadenó a las 9 de la mañana, cuando la muchedumbre se soliviantó al ver cómo se obligaba al infante Francisco de Paula de Borbón, hermano de Fernando VII, a salir del palacio real por la fuerza.

La multitud comenzó a concentrarse ante el Palacio Real. El gentío vio como los soldados franceses sacaban del palacio a la reina de Etruria, cuya salida no produjo conmoción alguna. La presencia de otro coche hace deducir que está destinado al infante Francisco de Paula. Al grito de ¡Que nos lo llevan!, el gentío penetró en el palacio. El infante se asoma a un balcón aumentando el bullicio en la plaza. Este tumulto fue aprovechado por Murat, el cual despachó rápidamente a un batallón de granaderos de la Guardia Imperial al palacio, acompañado de artillería, que disparó en contra de la multitud. Al deseo del pueblo de impedir la salida del infante, se unió la de vengar a los muertos y la de deshacerse de los franceses.

El amotinamiento se extendió por todo Madrid, con cerca de 30.000 ciudadanos enfrentados a las bien pertrechadas fuerzas francesas. Los madrileños descubrieron en ese instante las necesidades de la guerra callejera: constitución de partidas de barrio comandadas por caudillos espontáneos; obligación de proveerse de armas (luchaban navajas frente a sables); necesidad de impedir la llegada de nuevas tropas francesas…

Todo esto no fue suficiente y Murat pudo poner en práctica una táctica tan sencilla como eficaz. Cuando los madrileños quisieron hacerse con las puertas de la cerca de Madrid para impedir la llegada de las fuerzas francesas acantonadas fuera de Madrid, el grueso de las tropas de Murat ya había penetrado en la ciudad, haciendo un movimiento concéntrico para adentrarse en Madrid. Si bien la resistencia al avance francés fue mucho más eficaz de lo que Murat había previsto, especialmente en la Puerta de Toledo, la Puerta del Sol y el Parque de Artillería de Monteleón, esta operación permitió a Murat someter a Madrid bajo la jurisdicción militar. Esto fue, tratar a los madrileños como rebeldes. Puso igualmente bajo sus órdenes a la Junta de Gobierno.

Poco a poco, los focos de resistencia fueron cayendo. Acuchillamientos, degollamientos, detenciones… Mamelucos y lanceros napoleónicos extremaron su crueldad con el pueblo madrileño. Cientos de españoles, hombres y mujeres, y soldados franceses murieron en esta refriega. El lienzo de Goya, La Carga de los Mamelucos refleja la luchas callejeras que tuvieron lugar ese día.

La Carga de los Mamelucos

Los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío

Sólo los artilleros del parque de Artillería sito en el Palacio de Monteleón desobedecieronn las órdenes y se unieron a la insurrección. Desde el parque de Artillería de Monteleón, los capitanes Luis Daoíz y Pedro Velarde y el teniente Jacinto Ruiz recogieron el envite popular. Los combates fueron encarnizados y desiguales, así como durísima la represión de las victoriosas tropas de Murat. Esos acontecimientos fueron inmortalizados por el pintor español Francisco de Goya en El 2 de mayo de 1808 en Madrid: la lucha con los mamelucos y en El 3 de mayo de 1808 en Madrid: los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío, así como en algunas de las obras de su serie Los desastres de la guerra.

Cabe destacar, además de la acción en ese mismo 2 de mayo del mítico alcalde de Móstoles (Madrid), Andrés Torrejón, y su famoso bando llamando a la sublevación general, que existió una muy poco conocida Junta de Gobierno Suplente, constituida previsoramente y coordinada por Juan Pérez Villamil, futuro miembro del Consejo de Regencia. Precisamente este influyente personaje se hallaba en Móstoles el día clave y todo indica que fue el autor verdadero del famoso bando. En cualquier caso, a partir de esta fecha el levantamiento se extendió en dos meses por toda España. Se iniciaba así la guerra de la Independencia española contra los ejércitos invasores de Napoleón I Bonaparte, poco antes de que Fernando VII y su padre, Carlos IV, abdicaran la corona en la persona del Emperador, quien, a su vez, nombró a su propio hermano, José I, rey de España.

El 2 de Mayo es el Día de la Comunidad de Madrid, festividad instituida por este organismo autónomo, desde su creación en 1983, para conmemorar aquella jornada de principios del siglo XIX que ha sido calificada como el inicio de la contemporaneidad española.

Quién era quién

Los Alcaldes de Móstoles

Andrés Torrejón y Simón Hernández fueron alcaldes ordinarios durante el año de 1808. El primero lo era por el Estado Noble y el segundo por el General, aunque ambos eran labradores. Torrejón tenía 72 años y Simón 64 años. Torrejón no quiso aceptar el cargo al principio, aunque el destino hizo célebre su nombre para la Historia de España. Recordemos que ha de conmemorarse a ambos con igual valoración y no solo a Andrés Torrejón.

Juan Pérez Villamil y Esteban Fernández de León

Eran dos aristócratas con una dilatada carrera repleta de altos cargos de responsabilidad; ambos actuaron de acuerdo a sus convicciones partidarias del rey Fernando VII y oponiéndose a la entrada de una dinastía extranjera para ocupar la Corona. Por ello decidieron confeccionar el famoso «Bando de Independencia» y hacérselo firmar a los alcaldes de Móstoles. Villamil tenía entonces varias posesiones (casas y tierras) en Móstoles.


Andrés Torrejón

Alcalde ordinario por el Estado Noble de la mencionada villa, junto a Simón Hernández , que firmó un bando de alerta sobre la toma de Madrid por las tropas napoleónicas y que llamaba al auxilio de la capital por parte de otras autoridades. Murió en Móstoles, en 1812 , junto a otras 190 personas a causa del hambre.

El texto del bando citado es el siguiente:

Señores Justicias de los pueblos a quienes se presentase este oficio, de mí el Alcalde de la villa de Móstoles: Es notorio que los Franceses apostados en las cercanías de Madrid y dentro de la Corte, han tomado la defensa, sobre este pueblo capital y las tropas españolas; de manera que en Madrid está corriendo a esta hora mucha sangre; como Españoles es necesario que muramos por el Rey y por la Patria, armándonos contra unos pérfidos que so color de amistad y alianza nos quieren imponer un pesado yugo, Después de haberse apoderado de la Augusta persona del Rey; procedamos pues, a tomar las activas providencias para escarmentar tanta perfidia, acudiendo al socorro de Madrid y demás pueblos y alentándonos, pues no hay fuerzas que prevalezcan contra quien es leal y valiente, como los Españoles lo son. Dios guarde a Ustedes muchos años.
Móstoles dos de Mayo de mil ochocientos y ocho .
Andrés Orejon Simón Hernández

Tradicionalmente se ha planteado que Orejon fue el famoso «Alcalde de Móstoles» que declaró la guerra a los franceses el 2 de mayo de 1808. Sin embargo, investigaciones recientes parecen desmentir este mito.


La crueldad de la Guerra de la Independencia

La Biblioteca Nacional reúne con motivo del bicentenario del Dos de Mayo, dibujos, estampas e impresos a través de los cuales se muestran las distintas visiones de los sucesos que ahora se conmemoran. El pueblo, sus sufrimientos y sus anhelos se erigen en protagonistas. De entre todas las miradas, destaca la de Goya, fijada en los grabados ‘Los desastres de la guerra’ . Se puede visitar hasta el 25 de mayo de 2008.

‘Fernando VII, Rey de las Españas. Carlos, su hermano, y Antonio, su tío’. «Los tres más inocentes, los tres más perseguidos y los tres más amados». 190 x 160 mm. Cobre, talla dulce. Madrid, Colección Antonio Correa, Calcografía Nacional, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
‘Napoleón y Godoy’: «Un error subsanar con otro pretendieron, y érrores aumentando se perdieron: de entrambos la ambicion, del un el valimiento servirá á los mortales de escarmiento» (sic). 175 x 207 mm. Aguafuerte y buril. Madrid, Colección Valdeterrazo, Calcografía Nacional, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
«Día 19 de marzo de 1808 en Aranjuez’. Caída y prisión del Príncipe de la Paz. El pueblo sublevado corre á su casa y despues de haber practicado las mas eficaces diligencias le halla oculto en un desvan entre unas esteras. La algazara y gritos de la muchedumbre anuncian á Carlos IV el riesgo de su favorito. Para socorrerle envia al Príncipe Fernando, seguro de que el pueblo se contendria a su voz. Llega el príncipe presuroso, y encarga á un esquadron de guardias de corps que le custodie. Mas ni esto ni el ir resguardado entre los caballos impide que el pueblo le arroje piedras y procure ofenderle con palos, espadas y otros instrumentos que el furor y la casualidad le proporcionan. Resérvale la vida la promesa del príncipe de que será castigado conforme merecieren sus delitos. No obstante llega preso al quartel de guardias de corps con quarenta y siete heridas. Zacarías Velázquez lo dibujó. Franco de Paula Martí lo grabó» (sic). 350 x 427 mm. Aguafuerte y buril. Madrid, Biblioteca Nacional.
‘Agustina de Aragón’ (1812-13). Juan Gálvez y Fdo. Brambila. 350 x 233 mm. Aguafuerte y aguatinta. Pertenece a Ruinas de Zaragoza, Cádiz, Academia de Bellas Artes. Madrid, Biblioteca Nacional.
‘Prise de Sarragosse par L’ Armée Francaise le 27 fevreier 1809′. Todo el texto, sobre el duque de Montebello, en francés. París, Jean Md. D’Estampes, rue St. Jean de Beauvais N.º 10. 262 x 353 mm. Aguafuerte y buril, iluminada. Madrid, Colección Valdeterrazo, Calcografía Nacional, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
‘Los despojos del águila francesa entre España y Portugal’. Mapa sin indicación de autor ni año. 216 x 338 mm. Aguafuerte, iluminado. Madrid, Biblioteca Nacional.
‘King Joes reception at Madrid’. Dibujo de George Montart Woodward; grabado de Rolandoom; editor, Thomas Tegg. 277 x 397 mm. Aguafuerte, iluminada. Madrid, Colección Valdeterrazo, Calcografía Nacional, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
‘King Joe disposing of his Spanish Crown!!!’ Editor, Thomas Tegg. 229 x 334 mm. Aguafuerte, iluminada. Madrid, Colección Valdeterrazo, Calcografía Nacional, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
‘La cólera de Napoleón’. «Noticioso Napoleón de q.e sus Exercitos de España habian sido derrotados, y aprisionados sus Generales y Soldados, poseído de Colera, derriba silla, mesa, y quanto tiene en su Despacho, se macéra la cara, se arranca los pelos, y profiere las exclamaciones que le dicta su Imperial y Real Cólera» (sic). 186 x 210 mm. Aguafuerte, iluminada. Madrid, Biblioteca Nacional. [Reproduce, con variantes y texto español, una estampa realizada por James Gillray en 1803: ‘Maniac Ravings or Litle Money in a Strong Fit’].
«Pasquín que amanecció en París con su Esplicación A Arbol que significa a España que entrega Napoleon a su hermano Pepe para que recoja el fruto de sus catorce Provicias pero resbala y Cae. Su hermano Pepe conoce no puede llegar á la Copa y Napoleon le ayuda Sosteniendole de puntillas con la cabeza y hombros. El Tio Pepe puede sostenerse algun tiempo de la Rama pero desgaxandose esta Conoce el riesgo la suelta huye su hermano y da en el Suelo» (sic). 152 x 216mm. Aguafuerte, iluminada. Madrid, Biblioteca Nacional.

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