Gran atletismo y desasprosa organización privada
Atlanta fue elegida como sede olímpica con polémica. Atenas aspiraba a los Juegos en su primer centenario en la Edad Moderna, pero el potencial económico estadounidense, de gran peso en los Juegos Olímpicos, vencieron al homenaje a la tradición. «La Coca Cola ha vencido al Partenón», dijo la ministra de cultura griega, Melina Mercouri. La multinacional del refresco, uno de los principales patrocinadores del COI, tiene su sede en Atlanta.
Sin embargo, los resultados organizativos no justificaron la elección del COI. El Estadio Olímpico, de gran nivel, fue demolido tras los Juegos para adaptarlo al béisbol. El resto de instalaciones estuvieron bien concebidas, pero el hecho de tratarse de una organización totalmente privada hizo que los recortes de gastos y algunas faltas de inversión acabaran afectando aspectos fundamentales. Los problemas de transporte fueron constantes. Los sistemas informáticos fueron deficientes, la seguridad tuvo evidentes lagunas y los voluntarios, entusiastas, habían recibido escasa formación y fueron poco operativos.
Lo peor fue un que produjo un atentado con bomba en el Parque Olímpico causó dos víctimas mortales y más de un centenar de heridos. El suceso no fue reivindicado y a fecha de hoy no se ha descubierto a sus responsables. La competición no se detuvo. Deportivamente, tomaron marte más de 10.000 atletas y debutron deportes como el voley playa y modalidades como el fútbol femenino. También debutaron los ciclistas profesionales, con oro en contrarreloj de Miguel Induarin, cinco veces vencedor del Tour de Francia. Donovan Bailey venció en los 100 metros lisos, con nuevo récord de 9.84. Michael Johnson y la francesa Marie Josee Perec ganaron en 200 y 400 metros. Carl Lewis ganó el oro en longitud por cuartos juegos consecutivos. Cuba ganó el beisbol en territorio estadounidense y Nigeria logró el primer triunfo africano en fútbol, batiendo a Brasil. La sombra del dopaje, sin embargo, siguió planeando sobre los Juegos. En este caso la principal sospechosa fue la nadadora irlandesa Michelle Smith, que logró tres otros.
17 medallas españolas
La estela triunfal de Barcelona hizo que España conquistara 17 metales. Entre los más destacados, la medalla de oro de la selección de waterpolo, las platas en tenis de Arantxa Sánchez Vicario y Sergi Bruguera, el oro del conjunto de rítmica formado por Estela Giménez, Marta Baldó, Nuria Cabanillas, Lorena Guréndez, Estíbaliz Martínez y Tania Lamarca.