El Origen de Madrid


Hace 16 millones de años Madrid, era una amplia sabana en torno a un gran lago central poco profundo, con un mosaico de paisajes habitados por una fauna ya desaparecida. Recientemente, durante la remodelación de la M30 se han excavado dos yacimientos que han aportado abundantes fósiles de especies extintas de rinocerontes, mastodontes, cérvidos, bóvidos- jabalíes, tortugas y carnívoros. También se han obtenido gran cantidad de restos de pequeños vertebrados (roedores, lagomorfos, insectívoros y quirópteros) que aportan relevante información ecológica y ambiental.

La Ocupación Prehistórica

Las riberas de los ríos son un medio privilegiado para el desarrollo de la vida y para preservar parte de los restos de las actividades que en ellas se llevaron a cabo. En excavaciones realizadas se ha conseguido recuperar un patrimonio arqueológico que abarca todas las fases de la Prehistoria: Paleolítico inferior, Paleolítico medio, Paleolítico superior, Epipaleolítico (no documentado hasta ahora en la Región de Madrid), Neolítico, Calcolítico, Edad de Bronce y Edad de Hierro.

Hace 300.000 años algunos grupos humanos empezaron a habitar el valle del Manzanares, atraídos por la abundancia de agua y recursos naturales con los que alimentarse o fabricar utensilios. Desde entonces, diferentes culturas han ido sucediéndose en el tiempo, dejándose restos y testimonios de su vida en estos parajes.

Elefantes, rinocerontes, mamuts o grandes toros vivieron en los valles de nuestros ríos. Junto a ellos , la presencia humana se documenta a través de las numerosas herramientas de sílex que caracterizan el Paleolítico madrileño. A etapas cercanas se han encontrado utensilios y ajuares cerámicos y metálicos procedentes de poblados y necrópolis descubiertos en los alrededores de Madrid. En la época romana, villas , como las de Carabanchel o villaverde, explotaron los recursos agropecuarios en las cercanías del Manzanares.

La fundación de la ciudad de Madrid y su desarrollo durante la Edad Media están representados por los materiales obtenidos en excavaciones arqueológicas en la muralla islámica de la ciudad, así como en otros puntos del casco antiguo como la Plaza de los Carros o la Plaza de Oriente.

El traslado de la corte a Madrid y su elevación a capital del reino provocó profundos cambios en la vieja villa medieval, aumentando su población y caserío y transformando sus formas tradicionales de vida. El plano de Pedro de Texeira de 1656 nos permite realizar un recorrido por la ciudad en uno de sus periodos de mayor esplendor: el Siglo de Oro.

Desde el siglo XIX el incremento de la población de Madrid transforma el entorno del Manzanares, con la construcción de grandes lavaderos, como el excavado junto al Puente de Toledo o en el Matadero Municipal. Se siguen reparando los viejos puentes, como el Pontón de San Isidro o el Puente verde, etc.. Se renuevan algunos de los edificios de la Casa de Campo, como la Casa de Empleados.

Con el ajardinamiento de las riberas del río, tras el soterramiento de la M30, se devolverán parte de sus usos a lar márgenes del Manzanares, y se expondrán algunos de los hallazgos arqueológicos que se han producido durante su remodelación.

La epoca romana

Tras la conquista por Roma del centro Peninsular, a mediados del siglo II antes de Cristo, las poblaciones carpetanas que habitaban las tierras madrileñas iniciaron su romanización. La región se integró en la organización administrativa romana. Primero en la Provincia Tarraconense y, luego, en la Cartaginense. Varias calzadas atravesaban su territorio y lo convertían en un importante cruce de caminos, que comunicaba ambas meseta entre sí y con las importantes capitales de Emerita (Mérida), Caesaragusta (Zaragoza) y Tarraco (Tarragona).

A pesar de ello, fue un territorio escasamente urbanizado. El doblamiento se distribuyó principalmente a lo largo de las vegas de los ríos. Junto a uno de ellos, se levanta la única ciudad romana de la región, Complutum, hoy Alcalá de Henares.

En el Manzanares, los asentamientos romanos se ubicaron desde El Pardo hasta el Jarama. Los antiguos poblados carpetanos, situados en algunos cerros cercanos al río, siguieron habitados durante buena parte del periodo, mientras que en el fondo del valle se establecieron vicus, o pequeñas agrupaciones de cabañas, dedicados a la explotación de huertas.

A partir del siglo I surgirá otro tipo de asentamiento: la villa. En Carabanchel y Villarverde se descubrieron dos de estos establecimientos, así como restos de un tercero en la Casa de Campo.

El legendario caballero de la Virgen de Atocha

Por los años 720, poco mas o menos llevó a cabo su legendaria hazaña y bárbaro parricidio el buen caballero madrileño don Gracián Ramírez, el cuál algunos autores llaman Alcalde. Después de la conquista de Madrid por los moros, retiróse don Gracián con su familia al castillo de Eldegüela, situado en la cuesta de Rivas sobre el Jarama. Era especialmente devoto de la Virgen de Atocha a la que visitaba con frecuencia, ya que su santuaría fue uno de los que los moros respetaban, puesto que así lo habían pactado. Sin embargo, un día desapareció la imagen; don Gracián angustiado, la buscó y, gracias al poder de la oración, la encontró escondida entre la hierba. Decidió reedificar su ermita y, con ayuda de los vecinos, puso manos a la obra. Los moros creyeron que estaban construyendo un fuerte y resolvieron acabar con aquel grupo de atrevidos cristianos.

Don Gracián se vio irremisiblemente derrotado ya que la tropa mora era numerosa y aguerrida; pero sobreponiéndose al lógico pesimismo, se dispuso a combatir en el campo. Conociendo los abominables hechos de los sarracenos, temió por la honra y libertad de su mujer y sus hijas y, a ruegos de ellas mismas que preferían la muerte al ultraje, las decapitó, dejando sus cuerpos y cabezas ante el altar de la Virgen. Luego combatió con tal bravura y fuerza que acabó con los enemigos. Volvió a la ermita a dar las gracias a la Virgen de Atocha por la victoria, y se encontró a su mujer e hijas vivas, por milagro de la Señora; unos hilillos rojos entorno a los cuellos eran la única señal de su parricidio. Don Gracián Ramírez, tronco de una ilustre familia madrileña, vivió el resto de sus días entregado por entero a la devoción .

La fundación de Madrid

A mediados del siglo IX 852-856 , es atribuida al emir cordobés Muhammad I. La situación estratégica de este enclave, cercano a la frontera, fue decisiva para su elección. Por un lado permitía frenar los avances cristianos del norte y además era punto de partida de incursiones hacia territorio enemigo y punto defensivo para defender el reino musulmán de Toledo.

Se sabe poco de la época de Madrid musulmana.Tenía un urbanismo muy irregular, en Madrid había un zoco (gran plaza con comercio) que estaba donde estaba la antigua mezquita musulmana. Cuando se fundó Madrid hay un documento hacia el reino de Toledo en el que está escrito que se encontró un esqueleto de más de 2 metros y con una gran cabeza. En Madrid había talleres alfareros, fama de los cacharros de barro.

La ciudad, cuyo nombre árabe era medina Magerit, se ubicó en un emplazamiento protegido por su altura y difícil acceso. De reducidas dimensiones, contaba con un castillo y estaba rodeada por una muralla con torres cuadradas Tres puertas, La Vega, al oeste, La Sagra, al norte y una tercera situada al este, en el camino de Guadalajara, controlaban el acceso al recinto, mientras que dos calles principales comunicaban las entradas entre sí. La ciudad contaba con una mezquita principal o aljama.

A lo largo de los dos siglos de permanencia musulmana se produjo un progresivo cambio demográfico, al aumentar la presencia civil con respecto a la militar. La población se extendió más allá de los muros de la medina formando arrabales, como los de las colinas de San Andrés y Las Vistillas, y se dedicó principalmente a actividades agrícolas, artesanales y comerciales.

La mecrópolis ( zona de enterramiento de los musulmantes), no estaba dentro de la ciudad, estaba en la actual Pza. de la Cebada, y hay que destacar que existió un urbanismo cahótico. Los restos artísticos más antiguos de Madrid se encontraron en S. Nicolás de las Ermitas. En los pies de la Iglesia hay una exposición con los restos musulmanes. En aquellos dos siglos hubo dos incursiones de los reyes cristianos. Venían a robar y a destrozar, y saqueaban:

  • Una de las incursiones fué en 1039, las tropas del rey de León Ramiro II (cristiano), entraron en la ciydad y la saqueareon y destruyeron una parte de la muralla.Esto fue reconstruido y después de este hecho se fundó en Madrid una institución de gran interés cultural: «LAS SIETE ESCUELAS DE ASTRONOMIA» (tenían los musulmanes mucho interés por las matemáticas y las estrellas, hay unos que opinan que estas siete estrellas eran musulmanas por las siete escuelas, y otros piensan que son las del carro que se ve en el cielo de Madrid.
  • En el siglo XI, se produce otra incursión en el 1047. Esta va a ser liderada por el rey de Castilla Fernando I El Magno. No fue tan desastrosa como la troa incursión.

Después de esto los cristianos llegaron y se establecieron mandados por el rey Alfonso VI (hijo de Fdo. I el Magono), que arrancó la villa a los musulmanes a finales del siglo XI.

En el año 1080, 1083 y 1085, en el que Alfonso VI invade Toledo.

El vasayo de Alfonso VI era el CID CAMPEADOR, el cual tomó la ciudad para el Rey.

De los primeros años de la época cristiana, de descubrió la imagen de SANTA MARIA DE LA ALMUDENA (patrona de Madrid, 9 de noviembre).


Origenes del Escudo

Los Orígenes del Escudo de Madrid

El primer sello conocido de Madrid se encuentra en un documento fechado el 8 de julio de 1381. Se trata de una escritura de acuerdo entre el Abad del Monasterio toledano de Santa Leocadia y el Concejo madrileño.

En una de sus caras figura un castillo con tres torres almenadas cuya puerta flaquean dos leones. En la otra aparece un animal andando hacia la izquierda. Una leyenda, de difícil lectura, se inscribe en ambas caras.

Este curioso animal se interpretó, ya desde antiguo, como un oso y ha pasado a convertirse en la figura heráldica representativa de Madrid, donde pervive en su escudo, aunque con algunas modificaciones: desde 1498, el oso aparece levantado con las patas apoyadas en un arbusto, el madroño.


En 1085, Madrid

Junto con el resto de territorios del reino de Toledo, fue conquistada por Alfonso VI. La villa no perdió su carácter defensivo. Cercana aún a la frontera, sufriría varios asedios de las tropas musulmanas, hasta que en el siglo XII, alejado definitivamente el peligro militar, pudo iniciar su desarrollo.

Administrativamente, la ciudad se dividía en colaciones o barrios en torno a las parroquias. El concejo abierto, una asamblea de todos los vecinos, se encarga de su gobierno hasta que, en el siglo XIV sus funciones pasaron un colegio de regidores. Algunas familias que predominaron en el desempeño ya en siglo XVI en los principales linajes de la ciudad.

La villa de Madrid adquirió paulatinamente un mayor protagonismo dentro del panorama castellano. Sus procuradores asistieron a Cortes e incluso la ciudad llegó a ser sede de las mismas en varias ocasiones. También contaba con atractivos para la realeza, como una rica reserva cinegética en sus bosques cercanos, y una adecuada vivienda propia, el Alcázar, anterior castillo musulmán, en el que se realizaron sucesivas reformas y mejoras para acoger a la corte en sus cada vez más numerosas estancias en Madrid.


Epoca Cristiana

Los musulmanes después de que les quitaron la ciudad, los cristianos intentaron recuperarla en 1109. En S.XII los almorabides (musulmanes), saquearon la ciudad, y se llevaron el botín. Estos volvieron de nuevo en 1114 e intentaron recuperar la ciudad a través de sitiar la ciudad (rodearla de tropas y esperar a que la ciudad caiga, dejandole sin agua, alimentos etc…, por lo tanto las tropas almorabides se asentaron en el campo del Moro (jardines que hay detrás del Palacio Real). Pero madrid tenía alcantarillas de agua que habían construido los propios árabes pero que los almorabides no sabían, y también les llegaba agua de la sierra. La comida se controló también, se racionaba.

Entre las tropas se generó una enfermedad=peste, y murieron muchos, por lo que decidieron marcharse. Enterraron a los muertos en los jardines del Campo del Moro, donde estuvieron.

SIGLO XII

En 1122 siendo rey Alfonso VII, se produce la FIRMA DE TOLEDO : Documento que dona la ciudad de Madrid los territorios comprendidos entre la Dehesa de la Villa y el Real del Manzanares. Todo este territorio constituye monte, sierra y pastos y comprenden desde Madrid hasta Segovia. Alfonso VII se lo dona a Madrid. Esto es motivo de discordia entre Madrid y Segovia, hasta el siglo XV, en que es solventado el conflicto por los RRCC quienes opinan que es madrileño.

En 1202 el rey Alfonso VIII otorga a Madrid su FUERO :

Estefuero comprende: todas las disposiciones legales que se habían ido imponiendo por tradición desde 1145.

Este es un codíce pergamino (piel curtida de lechal y es un libro de época medieval ancho).Códice pergamino de cuatro cuadernos y escritoen latín romanceado (con influencia del castellano) con palabras musulmanas( As-, Al-, son de origen musulmán Ej: albañil).Este hace mención a cómo era la villa, como eran sus murallas, las puertas, portillos, casas, parroquias…También nos dice que Madrid tenía diez barrios , que se llamaban collaciones : Es el territorio que le corresponde a la parroquia.

El fuero también nos dice cuál era la población de Madrid, que estaba compuesta por una gran variedad de gente (procedencias…)

Entre los habitantes había habitantes repobladores: los que habían llegado con los cristianos con la toma de Madrid, y también estaba la población que está establecida hace mucho tiempo: judíos que se dedicaban fundamentalmente al comercio y vivieron en la judería de Madrid.

LOS JUDIOS : S.XIII, convivían también con cristianos. Los judíos siempre han sido perseguidos porque tenían dinero. Los cristianos de aquel entonces veían muy mal la usura (prestar dinero con interés) porque eran considerados innobles.

A lo largo de la edad media, debían dinero a los judíos. Los Reyes Cristianos les echaron del paíes porque se les debía mucho dinero.

LOS MOZARABES : También había población mozárabe: cristianos que habían mantenido su religión bajo el poder musulmán.

LOS MUDEJARES : Son musulmanes que viven en territorio cristiano.

Todo esto se sabe por EL FUERO. Durante siglos este documento estuvo perdido, y fue encontrado en el S. XVIII, por el Archibero Alonso de Castro y en la actualildad este foro está en el archivo de la Villa(en el antiguo cuartel del Conde Duque, centro cultural, biblioteca y exposiciones culturales son en la actualidad).


Vista General de Madrid hacia 1562, el autor flamenco Antón Van der Wyngaerde realizó carias vistas de ciudades españolas que en la actualidad se conservan en Viena. Cuatro de ellas correspondían a Madrid y constituyen las primeras imágenes de la ciudad, justo en los momentos en los que se produce la instalación de la Corte en la Villa.


Madrid, Capital de la Monarquía

En 1561, el rey Felipe II trasladó de improviso la corte a Madrid. Desde esa fecha y hasta la actualidad, excepto un breve lapso en que se llevó a Valladolid, la ciudad ha sido la capital de España.

La capitalidad produjo importantes cambios y transformaciones en el aspecto de la villa. Dar cabida a la creciente población reclamó mayores servicios de abastecimiento, limpieza y mantenimiento del orden público. Además la acuciante necesidad de vivienda provocó una progresiva extensión del caserío.

Como consecuencia del predominio internacional de la Corona, Madrid se convirtió en un importante centro político, económico y cultural europeo. Nobles y órdenes religiosas se situaron cerca del foco de poder construyendo residencias privadas, iglesias y conventos. A su vez la monarquía requirió nuevos espacios palaciegos y de recreo. La villa fue reclamo de artistas y centro difusor de la cultura. El Siglo de Oro español encontró en Madrid su marco territorial por excelencia.

La nueva imagen de la urbe, transformada en corte de la Monarquía, se plasmó en numerosas series de estampas que muestran sus edificios más importantes, pero la visión más completa y detallada de la ciudad, corresponde a la Topographia de Pedro de Texeira, fechada en 1656.

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