Dorios


Los dorios (griego: Δωριεις, Dōrieis, singular Δωριευς, Dōrieus) fueron una de las principales tribus griegas antiguas, siendo las otras tres: los aqueos, los jonios y los eolios. Se distinguían por su idioma, sociedad y tradición histórica. Los relatos tradicionales colocan su lugar de origen en las regiones del norte de Grecia antigua, desde donde algunas circunstancias desconocidas los condujeron hacia el sur, dentro del Peloponeso, a ciertas islas de la parte sur del Mar Egeo, y a la costa sur de Asia Menor. Durante cierto tiempo se consideró su irrupción como una invasión que desestabilizó los estados micénicos destruyendo sus formas culturales, sustituyéndolas por las de los invasores. Esta teoría está hoy día siendo revisada al no encontrarse pruebas de la mencionada invasión y sin pruebas de una cohabitación más prolongada. Su área de dominio histórico los sitúa en el Peloponeso y en época clásica con el desarrollo de la cultura espartana, ejemplo eminente de la sociedad doria.

La mitología atribuyó este nombre al fundador epónimo, Doro, hijo de Helén, patriarca mitológico de los helenos.

Oscura


La identidad doria

El nombre de los dorios

El nombre de hombre, Dōrieus, recibe una breve mención en las tablillas de Lineal B en Pilos, una de las regiones invadidas y conquistadas por los Dorios. La tablilla de Pilos Fn867 lo registra en el caso dativo como do-ri-je-we, *Dōriēwei. Un plural sin confirmar, *Dōriēwes, se habría convertido en Dōrieis, mediante la pérdida de la w y la contracción, pero en la tablilla es sólo un nombre de hombre. Fn867 trata de la contribución de grano a un templo. Si esto significa «el Dorio» o tuvo el significado original del nombre propio «Dorio» se desconoce.

Julius Pokorny deriva Dorio de Doris, «bosque» (que también puede significar «tierra alta»). El segmento Dori sería del grado-o del Indo-europeo *deru-, «árbol». El bosque original debe de haber comprendido un área mucho mayor que sólo Doris. Dorio podría traducirse como «la gente del campo», «la gente de la montaña», «los montañeses», «la gente de los bosques», o algún apelativo parecido, lo que encaja eminentemente con su reputado origen.

La tradición de Heródoto

Heródoto mismo era de Halicarnaso, una colonia doria en la costa suroeste de la actual Turquía, que continuó con la tradición literaria de su tiempo, y escribió en griego jónico, siendo uno de los últimos autores que lo hizo así. Describió las Guerras Médicas, dando cuenta de manera breve de la historia de los protagonistas, griegos y persas.

Heródoto menciona que la «gente ahora llamada dorios» eran vecinos de los pelasgos de Tesalia. Las mujeres tenían un vestido característico, decía, una túnica (un vestido plano) que no necesitaba sujetarse con broches. Fueron inmigrantes en el Peloponeso. Entre ellos estaba la gente, más tarde conocidos como los lacedemonios, uno de cuyos reyes se llamaba Dorieo.

La tradición de Pausanias

Otra fuente principal acerca de la identidad doria es la Descripción de Grecia de Pausanias. Relata que los aqueos del Peloponeso fueron expulsados de sus tierras por los dorios que venían del Eta, una región montañosa fronteriza con Tesalia. Los guiaba Hilo, un hijo de Heracles, pero fueron derrotados por los aqueos. Bajo otro liderazgo consiguieron derrotar a los aqueos, y permanecer en el Peloponeso, un suceso al que llamaron «el retorno de los Heráclidas». Habían construido barcos en Naupacto con los que cruzar el Golfo de Corinto. La tradición de Pausanias ve esta invasión como un retorno de los dorios al Peloponeso, aparentemente queriendo decir, un retorno de las familias que gobernaban en Etolia y el norte de Grecia a una tierra en la que ellos habían estado y poseído anteriormente. El retorno se describe con detalle: hubo «disturbios» en todo el Peloponeso excepto en Arcadia, a causa de la llegada de los nuevos colonos dorios. Pausanias continúa describiendo la conquista y reasentamiento de Laconia, Mesenia, Argos y el resto de lugares, y la emigración desde allí hasta Creta y la costa de Asia Menor.

Distinciones idiomáticas

El dialecto dórico se hablaba a lo largo de la costa del Peloponeso, en Creta y al suroeste de Asia Menor. Se ha postulado una relación cercana entre el dórico, el griego antiguo del Noroeste y el antiguo idioma macedonio. En períodos más tardíos, predominaron otros dialectos, sobre todo el ático, sobre el que estaba basado la Koiné o el idioma común griego del periodo helenístico. La principal característica del dórico fue la preservación del Indoeuropeo [a:], <α> larga, que en el ático-jónico se convirtió en [ε:], <η>. El tsakonio, un descendiente del griego dórico y una fuente de gran interés para los lingüistas, todavía se habla sorprendentemente en algunas regiones de la costa sur de la Argólida del Peloponeso, en la costa de la moderna prefectura de Arcadia.

Otras distinciones culturales

Algunos autores atribuyen a los dorios la introducción de la pederastia en la Antigua Grecia. Algunos han postulado que esto tuvo lugar en el momento de su migración original y otros que mucho más tarde, alrededor del 630 a. C., comenzando en Creta y extendiéndose a Esparta y al resto de las ciudades estado griegas. Según Erich Bethe

Lo que trajeron los dorios fue el amor al efebo como una institución honorable y reconocida. Los dorios regulaban estrictamente la relación amorosa entre el hombre y el muchacho y la trataban como un arreglo muy importante, muy público con una seriedad honorable bajo la protección de la familia, la sociedad, el estado, y la religión… En Esparta, Creta y Tebas… la educación de la clase gobernante, descansaba en la pederastia, [y era dirigida hacia] la areté y la virtud masculina, que se manifestaba principalmente en la guerra.

Existe un orden dórico de arquitectura y un modo dórico de música (ver también raíces del acorde de guitarra). La columna se caracterizaba por su simplicidad y fuerza, la música por sus cualidades marciales. La columna dórica se utiliza ampliamente a principios del siglo XXI, particularmente en edificios gubernamentales y otros edificios grandes.

Culturalmente, además de su dialecto dórico del griego, estas colonias retuvieron su calendario dórico característico, que giraba alrededor de un ciclo de festivales de los cuales, el de las Jacintias y el de las Carneas eran especialmente importantes (EB 1911).

El concepto de la invasión doria

Es incuestionable que una población dórico-parlante entró en el Peloponeso y en otras zonas de Grecia desde el exterior y desplazó a parte de la población previa, cambiando el dialecto principal del micénico al dórico. Sin embargo, se discute cuál fue el momento en que se produjeron estas migraciones. Tradicionalmente se las hace coincidir con las destrucciones de los palacios micénicos, en torno a 1200 a. C. Los antiguos se referían a estos sucesos como el retorno de los Heráclidas; es decir, las familias gobernantes, lejanamente emparentadas con las familias de la Grecia micénica, volvían para reclamar una parte de la tierra de sus ancestros, usando un ejército dorio para hacerlo. Otros autores, como Rubinsohn, han defendido que la irrupción de los dorios ocurrió unos dos siglos más tarde; por otro lado, John Chadwick cree apreciar en las tablillas de lineal B una cohabitación de los dorios con los micénicos.

Los griegos externos de Kretschmer

La «invasión doria» es un concepto enteramente moderno que deriva de los trabajos lingüísticos de Paul Kretschmer. Explica en parte la presencia de elementos subyacentes en el griego antiguo, así como la tradición de los pelasgos no grecoparlantes, que existían en bolsas entre los greco-parlantes. Kretschmer propuso que los griegos evolucionaron fuera de Grecia y que los principales grupos dialécticos, también evolucionaron fuera de Grecia y que entraron mediante invasiones, que recluyeron en bolsas a los pelasgo-parlantes. La invasión doria fue la última de estas oleadas de pueblos. Los manuales de historia griega hablan desde entonces, de griegos entrando en Grecia. En 1956, en La Historia de Grecia (3ª edición) de J. B. Bury se podía leer: «… invasión que trajo el idioma griego a Grecia». La debilidad de esta teoría radica en que requiere una Grecia invadida y requiere a la vez una Grecia donde el griego evolucionó y se desarrolló en dialectos contemporáneamente con una Grecia invadida. Sin embargo, ésta estaba ampliamente representada por evidencias de toda clase, no hay ninguna evidencia de la Grecia donde el griego evolucionó.

El origen griego en Grecia

El desciframiento del Lineal B trajo a la luz un estudio más profundo de la evolución del idioma griego y la teoría que actualmente llegó a nacer en Grecia. Bandas de guerreros entraron en Grecia, es verdad, pero no como griegos. Cuando llegaron a predominar, el Proto-Griego evolucionó en Grecia desde su lenguaje, que tomó elementos de los idiomas pre-griegos presentes allí. Por ejemplo, la palabra para ciprés es pre-griega, y todavía evolucionó a formas dialectales. Los proto-griegos sólo podrían haber encontrado esta palabra en Grecia. No sabemos de dónde vinieron los dorios, pero no fue de fuera de Grecia.

Destrucción al final del IIIB

Mientras tanto, los arqueólogos estaban encontrando lo que parecía ser una ola de destrucción de palacios micénicos, pero existe controversia acerca de la autoría de las invasiones. Las tablillas de Pilos registran el envío de vigilantes de costa, por lo que se ha supuesto que la quema del palacio fue llevada a cabo por invasores provenientes del mar. Carl Blegen escribió:

el camino que revela a los dorios debe reconocerse en las ruinas quemadas de los grandes palacios y de las ciudades más importantes que…fueron destruídas al final de Micénico IIIB.

Blegen sigue a Furumark en datar al IIIB entre el 1300-1230 a. C. Blegen mismo dató a la invasión doria en el 1200 a. C. Se han señalado otras posibles causas de estas destrucciones, como levantamientos internos y desastres naturales. Debe notarse que el poder Hitita en Anatolia se colapsó con la destrucción de su capital Hattusa y que las dinastías 19ª y 20ª de Egipto sufrieron invasiones de los Pueblos del Mar en esta época.

Invasión por migración

Blegen admitió que en el período Submicénico, posterior al 1200 a. C.

toda el área parece haber estado escasamente poblada…

Chadwick escribió más tarde:

…¿dónde estaban los dorios durante el período micénico? y ¿por qué estuvieron contentos de esperar en la antesala hasta que llegó el momento correcto para su intervención?[

Hasta el comienzo del período protogeométrico, hacia el 1050 a. C., no se advierten cambios en la cultura material, como el hierro, nuevas armas, y cambios en las prácticas funerarias, desde los enterramientos grupales en las tumbas tholos, a los enterramientos individuales y la cremación. Estos cambios han sido asociados con la cultura de los dorios.

Se ha apuntado la posibilidad de que la civilización micénica entrase en decadencia y que los dorios se moviesen hacia el sur gradualmente ocupando el vacío de poder así creado. Fue una época de grandes disturbios en el Mediterráneo Oriental (ver Pueblos del Mar) y de disrupción del comercio de larga distancia. Al mismo tiempo, hubo otros movimientos de población, tales como la colonización de las islas del Mar Egeo y de la costa oeste de Asia Menor. Es posible que concurrieran otros factores como una guerra civil y desastres naturales.

Se ha señalado la hipótesis de que mientras los micénicos eran la clase dominante y hablaban el griego oriental inicial, tribus que habitaban las montañas hablaban el griego occidental inicial en un relativo aislamiento, gobernados por familias emparentadas lejanamente con las dinastías del sur. Cuando estas dinastías se destruyeron mutuamente a través de la guerra incesante, el caos se apoderó del Egeo durante varias generaciones. Finalmente las familias del norte decidieron expandirse hacia el sur, subyugando o conquistando a algunos y desplazando a otros. Expandieron el dórico en su distribución clásica, donde evolucionó más tarde en subdialectos.

Distribución posmigracional de los dorios

Aunque muchos de los invasores dóricos se asentaron en el Peloponeso, también se asentaron en Rodas y en Asia Menor, donde se levantarían en tiempos posteriores la Hexápolis dórica (las seis ciudades dorias): Halicarnaso y Cnido en Asia Menor, Cos, y Lindos, Cámiros, e Ialisos en la isla de Rodas. Estas seis ciudades se convertirían más adelante en rivales de las ciudades jónicas de Asia Menor. Los dorios también se asentaron en Creta.

Estas tradiciones del origen permanecieron con fuerza en los tiempos clásicos: Tucídides vio en parte la Guerra del Peloponeso como «jonios luchando contra dorios» y contó la tradición que la población de Siracusa en Sicilia eran descendientes de los dorios. Otras supuestas colonias dóricas, originalmente de Corinto, Megara y las islas dóricas, jalonan la costa sur de Sicilia desde Siracusa hasta Selinunte.

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