Gran Telescopio Canarias

El Gran Telescopio Canarias, GTC o GRANTECAN, es un ambicioso proyecto español destinado a construir uno de los mayores y más avanzados telescopios del mundo. Liderado por el Instituto de Astrofísica de Canarias, el telescopio realizó la primera luz oficial en la madrugada del 13 al 14 de julio de 2007 y se espera que entre en producción científica a mediados de 2008. Las obras comenzaron en 2000 en el Observatorio del Roque de Los Muchachos, La Palma. Dichas instalaciones, junto con el Observatorio del Teide, constituyen el Observatorio Norte Europeo (O.N.E.). En este lugar se reúnen condiciones óptimas para la observación, debido a la calidad del cielo y a la existencia de una ley que lo protege.

En 1994 se creó la sociedad anónima GRANTECAN, S.A. para el fomento del proyecto y la construcción del GTC. Esta empresa fue impulsada por el gobierno autonómico de Canarias y el gobierno de España. Sin embargo el GTC tiene carácter internacional, habiéndose firmado acuerdos para la participación en el proyecto de México, a través del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica de Puebla, México. Además de estas instituciones también es socio de este proyecto Estados Unidos a través de la Universidad de Florida. La participación extranjera está limitada a un máximo de un 30%.

Con este telescopio se podrá conocer más sobre los agujeros negros, las estrellas y galaxias más alejadas del Universo y las condiciones iniciales tras el Big Bang. Se espera que el telescopio realice importantes avances en todos los campos de la astrofísica.

Algunos datos técnicos

El telescopio observará la luz visible e infrarroja procedente del espacio y tendrá un espejo primario de 10,4 metros, segmentado en 36 piezas hexagonales. El sistema óptico se completa con dos espejos (secundario y terciario) que forman imagen en siete estaciones focales. Para recoger los datos estará equipado con los siguientes instrumentos:

ELMER: espectrógrafo y cámara de alta eficiencia en el intervalo óptico.

CanariCam: cámara y espectrógrafo en el infrarrojo térmico.

EMIR: espectrógrafo multiobjeto para trabajar en el infrarrojo.

OSIRIS: camara y espectrógrafo de resolución baja e intermedia, operando en el rango visible.

Se espera poder instalar un sistema de óptica adaptativa en el futuro cercano que permita realizar imágenes de gran calidad en el infrarrojo cercano.

---

Pedro Álvarez director del gran telescopio de canarias

«El Grantecan es un fórmula uno que compite para ganar»

ElDia.es LA PALMA

Pedro Álvarez es uno de los «padres» del Grantecan, un proyecto que asumió como propio, como parte de su vida, y que mañana, viernes, con la presencia del Príncipe Felipe en el Roque de Los Muchachos, quiere ver caminar solo. El inicio de un «cazador» de estrellas.

-En pocas palabras, ¿qué es el Grantecan?

-Es el telescopio más grande del mundo y dispone de la tecnología más avanzada, con todo lo que ello supone.

-¿Y abre la posibilidad de ver o descubrir lo que hasta el momento nadie ha sido capaz de observar?

-Seguro. Tiene el espejo de mayor diámetro, es más sensible y está situado en uno de los mejores lugares para la observación de todo el mundo, como es el Roque de Los Muchachos, lo que nos ofrece todas las garantías para ver lo que otros no han sido capaces de ver. Además, dispondrá de unos instrumentos científicos que cuentan con novedades que no están instalados en otros telescopios.

-La «primera luz», ¿es como el inicio de las pruebas sobre asfalto de un coche nuevo?

-Más que un coche nuevo, de un turismo normal, el Grantecan es un fórmula 1 que competirá para ser el mejor del mundo, para lo que debe tener unas fuertes prestaciones. Ahora empezará a rodar en un circuito de pruebas para ir ajustándolo. Cuando ya esté totalmente afinado, en aproximadamente un año, entrará directamente en competición.

-Durante esta semana, ¿existe una sensación diferente en El Roque? ¿Se nota que las miradas de toda la comunidad científica están puestas en el Grantecan?

-Sí. Es una semana distinta. Hay que tener en cuenta que es casi el final de una aventura iniciada por primera vez por España, con todas las dudas y preocupaciones de que fuera un éxito. Ahora nos toca disfrutar porque no hemos fracasado. Todos aquellos que estaban preocupados ya pueden estar tranquilos.

-Con el Grantecan aún en proyecto, ¿había más personas que apostaban abiertamente por la idea o eran muchos más los que creían que el proyecto era una especie de aventura de cuatro «locos»?

-Para muchos era una aventura, sólo palabrerías de un país no avanzado en proyectos como el Grantecan. La verdad es que no se respiraba ninguna confianza de que la idea pudiera salir adelante, ni técnicamente, dudando de las capacidades técnicas de España, ni de gestión. El problema no son tanto las dudas del exterior sino las que se generan internamente. Me preocupaba más que en nuestro país dudásemos de nosotros mismos, de nuestras posibilidades. Al final hemos demostrado a todo el mundo que las preocupaciones no eran reales y que en España se pueden hacer perfectamente proyectos tan ambiciosos. Ahora casi llueven las peticiones para observar en el Gran Telescopio de Canarias.

-Sí, pero el período de pruebas se inicia tres o cuatro años después de lo inicialmente previsto. ¿Por qué tanto retraso?

-Es cierto que llevamos unos años de retraso con respecto al calendario marcado inicialmente, fundamentalmente por la complejidad del proyecto. Quizás hemos pecado de ambiciosos en querer hacer el mayor telescopio del mundo en un tiempo récord. Al final, no hemos logrado cumplir con los plazos marcados, admitimos que hemos tenido un retraso. Simplemente, no hemos sido capaces de hacerlo en menos tiempo que otros.

-¿Es la guinda científica que le faltaba al Roque de Los Muchachos?

-El Roque debe tener siempre guindas y el Grantecan no debe ser la última. Hablamos de uno de los mejores lugares del mundo para la observación, por lo es indudable que debe atraer grandes inversiones para proyectos científicos porque la competencia es muy grande.

---

UNA ODISEA DE INGENIERÍA

P. Jáuregui – El Mundo

La construcción de un telescopio del calibre del GTC en el Roque de los Muchachos ha sido una durísima odisea. En primer lugar, hay que tener en cuenta la enorme dificultad de construir una instalación de estas dimensiones en lo alto de una cumbre a 2.400 metros de altura. Esto ha supuesto que cada componente despiezado de un telescopio que mide 41 metros de alto y pesa 500 toneladas se ha tenido que transportar en una endiablada carretera repleta de zigzagueantes curvas hasta alcanzar la cumbre más alta de La Palma.

«El proceso de construcción ha sido complejísimo», reconoce Álvarez, «y es evidente que la primera estimación que hicimos sobre su finalización, prevista inicialmente para 2003, fue demasiado ambiciosa». A lo largo de los siete años que ha durado esta faraónica obra científica , los trabajos se han visto continuamente obstaculizados por la nieve, el hielo e incluso los vientos huracanados que suelen azotar esta zona durante los meses de invierno. De hecho, durante los tres años que duró la construcción de la estructura exterior del telescopio, entre 2000 y 2002, la obra se tuvo que paralizar desde mediados de diciembre hasta mediados de marzo por la imposibilidad de trabajar en las duras condiciones meteorológicas del Roque de los Muchachos.

Pero el hecho es que éste es el precio que hay que pagar para poder explorar el Universo desde un lugar tan privilegiado como la impresionante cumbre de La Palma. «La calidad de la observación que obtenemos aquí es magnífica, por la transparencia que se logra al encontrarnos por encima de la nubes, y gracias a los llamados vientos alisios que producen un flujo de aire laminado y uniforme, sin turbulencias que puedan alterar la observación», explica Pedro Álvarez. «Ya lo dijo Netwon hace mucho tiempo: cuanto más alto nos colocamos, mejor podemos observar el cielo».