La Provincia Romana de Numidia


Numidia fue una provincia romana del Norte de África cuyas fronteras coincidían aproximadamente con las de la moderna Argelia, aunque los límites no han podido ser establecidos con precisión. Podría reducirse a una área triangular cuyos vértices se encontraban en Rusicae (Skicda) y Tabarca (Tabarqa), sobre el Mediterráneo, y Capsa (Gafsa) al S. Fue creada por Septimio Severo a finales del siglo III, que la desgajó por motivos defensivos de la provincia del África Proconsular. Las principales ciudades de la provincia eran Theveste, Mascda, Basi, Timgad y Lambesis.

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Historia

La costa de esta región estuvo ocupada por los cartagineses desde el siglo VI a.C. Sin embargo, los númidas, la población autóctona, se mantuvieron seminómadas. El pastoreo era la base económica de este territorio. En 206 a.C., el rey númida Masinisa, hasta entonces aliado de los cartagineses, se pasó al bando romano. A su muerte, acaecida en 148 a.C., los romanos dividieron su territorio entre los jefes de varias tribus númidas, los cuales recibieron el título de príncipes. El reino fue nuevamente unificado por Micipsa, pero en 118 a.C., Yugurta, un príncipe ilegítimo, usurpó el trono. Esto provocó el inicio de la Guerra de Yugurta, en la cual resultó vencedor el ejército romano encabezado por Mario y Sila. Juba I realizó entre 49 y 46 a.C. un nuevo intento de convertir a Numidia en un estado potente, pero fue derrotado por César en la batalla de Tapso. El mismo César anexionó Numidia a Roma y, con el territorio númida, formó una provincia nueva, África Nova, cuyo primer gobernador fue Salustio. La capital se estableció en Zama.

A la muerte de César, Salustio fue reemplazado por Tulio Sextio, amigo personal de Antonio, quien recibió el mando de tres legiones. Sextio exigió al gobernador de África Vetus que le entregara la provincia. La guerra entre los dos gobernadores estalló en 42 a.C. Sextio resultó vencedor y reunió el mando de las dos provincias. Tras esta guerra, Octavio y Antonio se repartieron África. La Nova correspondió a Octavio, quien nombró gobernador a Cayo Fuficio Fango, veterano de las legiones de César. Sextio, que fue designado por Antonio gobernador de África Vetus, atacó a Fuficio, pero éste le derrotó, por lo que las dos Áfricas quedaron bajo la autoridad de Octavio. Éste fundó cinco colonias en Numidia: Thaburnica (El Guelaa), Colonia Iulia Augusta Numidia Simitthensium (Chentou), Colonia Iulia Veneria Jicca (Le Kef) y la Colonia Iulia Assuritana (Zanfour). Augusto la unió con África Vetus, la futura África Proconsular, y la convirtió en una provincia senatorial al mando de un procónsul. La región nunca fue completamente pacificada, por lo que las guarniciones estaban continuamente en alerta.

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La creación del distrito militar de Numidia

En el año 37, Claudio dividió el África Proconsular en dos zonas: la pacificada, la cual puso a cargo de un procónsul senatorial, y la no pacificada, cuyo territorio coincidía con la antigua Numidia, y que fue situada bajo el mando de un legado imperial, que tenía el mando de dos legiones. Claudio envió en el año 44 a Galba, el futuro emperador, para que controlase a las tribus rebeldes. Con Calígula, el mando de la Legión III Augusta fue entregado a un legado designado directamente por el emperador, lo que hizo que Numidia se convirtiese en un distrito militar independiente, en el cual la mayor autoridad era el legado de la legión. Han llegado hasta nosotros los nombres de seis de estos legados, entre ellos Lucio Minicio Natalio, que ejerció con Trajano; Marco Emilio Macer Saturnino con Marco Aurelio; y Domicio Fonteio Frontiniano con Septimio Severo.

La razón de la creación de este distrito fue la inseguridad existente en la frontera sur y el evitar nuevas sublevaciones como la de Tacfarinas, que se produjo durante el reinado de Tiberio. Vespasiano trasladó la legión de su cuartel de Amnaedara a Theveste, mientras que en aquella ciudad estableció una colonia de veteranos, con lo que se garantizaba la presencia militar en la zona, a pesar del traslado de las tropas. El traslado de las tropas permitió a su vez una extensión del dominio romano hacia el O. Con Trajano, el limes se prolongó mucho más al O y se construyó una nueva línea defensiva al S del Ares. Adriano concedió al legado de Lambesis el control de los puertos de Rusicade y de Chullu. La penetración romana hacia el S alcanzó su máxima extensión durante la dinastía de los Severos. Cada traslado de la legión era compensado con la implantación de colonias de veteranos en las zonas evacuadas por las tropas.

Creación de la provincia

Septimio Severo creó a finales del siglo II la provincia de Numidia, en la que estableció a la III Legión con sede permanente en la ciudad de Lambesis (Lambessa). Esto hizo que aumentara la seguridad de la provincia y, por consiguiente, la prosperidad. En el año 198, el legado comenzó a recibir el título de Legatus Augusti Propraetore provinciae Numidiae. Aunque la defensa del sur nunca fue fácil y el envío de tropas a las fronteras era muy frecuente, unos pocos centros nativos alcanzaron el estatus de municipio; no obstante, la mayoría de la población fue poco romanizada. La Legión III Augusta fue disuelta por Gordiano III en el 238, aunque fue tomada de nuevo por Valentiniano en el 253. A mediados del siglo III se multiplicaron las incursiones de los nómadas.

Tras la reforma de Galieno, el legado fue ascendido al rango de gobernador y comenzó a recibir el título de praeses provinciae Numidiae. Esta reforma hizo que el legado fuera reemplazado a la cabeza de la legion por un praefectus legionis. Diocleciano la dividió en dos en el año 303: Numidia Cirtensis, la parte septentrional, y Numidia Militiana, la región meridional. Las dos provincias fueron reunificadas nuevamente por Constantino. La nueva capital se estableció en el 314, en Cirta, que cambió su nombre por el de Constantina. La provincia pasó a ser gobernada por un consular, el cual dependía del comes Africae, y cambió su denominación por la de Numidia Constantina. A partir del año 320, el cargo de gobernador, que hasta entonces había sido ejercido por un miembro del orden ecuestre, pasó a ser desempeñado por un senador.

Durante los siglos III y IV, el cristianismo se extendió rápidamente por la provincia. Numidia se convirtió en el centro del movimiento herético de los donatistas. Éstos buscaron el apoyo de los desheredados y circumcelliores, por lo que el donatismo se convirtió en un movimiento de protesta y lucha social. A comienzos del siglo V, el territorio que se encontraba al S del Ares fue abandonado debido a las continuas revueltas de las tribus indígenas. La escasa romanización de la provincia fue reflejada por San Agustín, quien afirmaba que en su tiempo todavía se hablaba en púnico y se escribía en libio. La provincia fue conquistada por los vándalos en 429; éstos restituyeron Numidia al Imperio en 442.

Economía

Trigo, olivo y frutales fueron los principales cultivos. Durante el imperio, las pequeñas propiedades sustituyeron a las pequeñas propiedades agrícolas. Por ejemplo, la familia de los Scis era dueña a mediados del siglo I d.C. de la mitad de las tierras de Numidia. Mientras duró el apoyo militar romano, los agricultores, indígenas o romanos, extendieron los cultivos hacia el sur mediante la expulsión de los nómadas de sus tierras. Las excavaciones han sacado a la luz cientos de villas dedicadas a la agricultura, las cuales alcanzaron su mayor prosperidad durante el siglo II. El sistema de comunicaciones estaba basado en un doble eje; uno este-oeste que iba de Theveste a Lambesis; y otro norte-sur que unía Theveste con Hippo Regio.

Fuente: Wiki, Espasa

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