La Cultura Lambayeque o Cultura Sicán


La Cultura Lambayeque o Sicán se desarrolló entre los siglos VIII al XIV d. C. ocupando el territorio que hoy le corresponde al departamento de Lambayeque, llegando a extenderse por casi toda la actual costa peruana en su periodo de mayor apogeo (Fase Intermedia 900 -1100). Esta cultura se formó a partir de la decadencia de la Cultura Mochica, asimilando gran parte del conocimiento y tradiciones culturales de éstos.

Destacaron en arquitectura, orfebrería e incluso llegaron a ser grandes navegantes. Si los mochicas asombraron con la belleza de sus joyas y su ingeniería hidráulica, los Lambayeque sorprenden aún más con sus aleaciones, sus finos acabados y sus enormes sistemas de irrigación. Aunque no lograron el tamaño de los mochicas, ni su complejidad política, no cabe duda que en estas artes fueron sus discípulos predilectos.

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Los lambayeques también llamados sicán se desarrollaron en los lugares de Diana, de Motupe por el norte y Jetequepeque por el sur, entre el 700 y 1350. Lambayeque nació de las cenizas de la Cultura Mochica, cuando esta cultura cayó eclipsada, posiblemente, por un devastador fenómeno de “El Niño”. Fue por ello heredera privilegiada de esa gran cultura norteña. Pero sobre esta herencia recibiría una serie de nuevas influencias.

En efecto, habiendo nacido cuando la Cultura Huari aún era un gigante y Tiahuanaco gozaba de enorme fama, Lambayeque añadió a su herencia mochica los tesoros culturales de ambas civilizaciones. Por su ubicación geográfica, también recibió influencia cultural de la civilización Cajamarca. Una cuarta influencia provino de los Chimú. Pese a que Lambayeque era un poco más antigua, ambos descendían de los mochicas, sólo que Lambayeque surgió en el norte, mientras que Chimú, en el sur. Casi todo el desenvolvimiento de Lambayeque transcurrió paralelo al de Chimú y por ello hubo una influencia recíproca entre esas dos culturas o entre ambas culturas…

Había una vez un gran rey de nombre Naylamp o Naymlap que llegó por mar, en medio de una gran flota de balsas y acompañado de una lujosa corte de funcionarios, versados en diferentes artes y oficios. El rey trajo un ídolo de piedra verde llamado “Yampallec” (del que deriva el nombre de Lambayeque), inaugurando un largo período de paz y prosperidad en la región.

Naylamp fundó una dinastía de varios soberanos; el último de sus descendientes, el rey Fempellec, cometió el error de trasladar el ídolo Yampallec a otro lugar. Un demonio en forma de mujer se le apareció y lo tentó. Sobrevinieron desgracias: lluvias, sequías, hambruna. El castigo se completó cuando posteriormente llegó de los reinos del sur un tirano poderoso, el Chimo Cápac o Chimú Cápac, que se adueñó de las ricas tierras de Lambayeque.

¿Traición a un culto religioso? ¿Castigo? ¿Invasión? Esta leyenda explicaría cómo una dinastía de reyes exitosos dominó la región basándose en un culto religioso, y que finalmente la falta de atención en el gobierno por el último de ellos terminó con la dinastía, mientras que el pueblo fue conquistado por un tirano del sur. Se sabe que ese tirano era un rey Chimú, que conquistó Lambayeque. Los sacerdotes, desesperados, habrían buscado explicaciones a su desdicha. Por eso el mito termina sugiriendo una ofensa a los dioses y el consecuente castigo que éstos supieron propinar.

Fuente: Wiki

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