Juegos Olímpicos modernos


Es la máxima cita del deporte mundial que, en su era moderna, iniciada en Atenas en 1896, se celebra cada cuatro años en una sede distinta. El intento de revivir los juegos olímpicos de la antigüedad se debió a los esfuerzos del pedagogo francés Pierre de Coubertin, auténtico fundador de los Juegos Olímpicos de Verano, objeto de este artículo. La primera edición de los Juegos Olímpicos de Invierno tuvo lugar en 1924. A partir de ese año se celebraron en los mismos años que los de Verano; sin embargo, desde 1994, los Juegos de Invierno se alternan con los de Verano en los años pares.

Los planes para la celebración de los Juegos en su era moderna comenzaron en 1894 con la fundación del Comité Olímpico Internacional (COI), que recibió ayudas de organizaciones deportivas y de individuos de distintos países, principalmente europeos en un primer momento. El COI redactó los principios competitivos y eligió Atenas (Grecia) como sede de los I Juegos Olímpicos de la era moderna.

ORGANIZACIÓN

El COI, que elige las sedes olímpicas con seis años de antelación, tiene su sede central en la ciudad suiza de Lausana y trabaja de forma estrecha con los distintos comités olímpicos nacionales de cada país.

Fue fundado por el barón Pierre de Coubertin en París, en 1894, como un comité independiente que seleccionaba a sus propios integrantes, aunque para su funcionamiento inicial, fue el propio Coubertin quien eligió a los 15 primeros. Su objetivo fundacional era resucitar los juegos olímpicos de la antigüedad y crear, en torno al deporte aficionado, un espíritu de respeto, lealtad y fraternidad entre los pueblos. El emblema del COI, y de los propios Juegos Olímpicos, fue elegido para simbolizar tal ideal: una bandera con cinco aros de distintos colores y entrelazados sobre fondo blanco, que representan la concordia entre los cinco continentes.

Sus miembros están facultados oficialmente como representantes del COI ante sus propios países, no como delegados de sus países ante el COI. La mayoría de ellos son elegidos para formar parte del Comité tras haber pertenecido a los comités olímpicos nacionales de sus respectivos estados. Los primeros miembros del COI fueron en su totalidad europeos y americanos, excepción hecha de uno de Nueva Zelanda. El COI eligió sus primeros miembros asiático y africano en 1908 y 1910, respectivamente. En la actualidad, todavía europeos y norteamericanos tienen un gran peso en la constitución del Comité. Hasta 1999, los miembros del COI debían retirarse del mismo al finalizar el año en que habían alcanzado la edad de 80 años (salvo en el caso de que hubieran sido elegidos antes de 1966, en cuyo caso el cargo era vitalicio); en 1999 la edad de retirada se fijó en 70 años.

El COI determina y supervisa la sede de cada nueva edición de los Juegos Olímpicos, establece la política olímpica a nivel mundial y negocia los derechos de emisión televisiva de los Juegos. Para la organización de los Juegos Olímpicos, el COI trabaja en estrecha colaboración con los comités olímpicos nacionales de cada país, así como con la International Amateur Athletic Federation (IAAF, Federación Internacional de Atletismo Amateur), organismo internacional que gobierna el atletismo mundial, y otras federaciones internacionales responsables de las normas y reglas del deporte que rigen a nivel mundial.

El presidente del COI, que es elegido por sus miembros, está asistido por un consejo ejecutivo, varios vicepresidentes y distintas comisiones. El primer presidente del COI fue el griego Demetrius Vikélas (1894-1896). Sus sucesores fueron el propio Coubertin (1896-1925), el belga Henri de Baillet-Latour (1925-1942), el sueco J. Sigfrid Edström (1946-1952), el estadounidense Avery Brundage (1952-1972), el irlandés Michel Morris, lord Killanin (1972-1980), el español Juan Antonio Samaranch (1980-2001) y el belga Jacques Rogge (2001- ).

Debido a determinados casos de corrupción detectados en su seno (algunos de sus miembros recibieron obsequios, lo que supuestamente influyó en el sentido de su voto al decidir sedes olímpicas), el COI afrontó una profunda reforma de sus estructuras y normativas en 1999. Desde ese año, sus miembros no podrían viajar a las ciudades aspirantes a convertirse en sede de los Juegos; serían elegidos por un comité, y no por cooptación; su número, hasta entonces variable, se fijaría en 115 (15 atletas en activo, 15 presidentes de federaciones internacionales, 15 de comités olímpicos nacionales, y 70 elegidos a título individual) a partir de 2003, con un periodo transitorio hasta alcanzar dicha cifra; se retirarían a los 70 años de edad; y ejercerían su cargo durante periodos renovables de ocho años. Por lo que respecta al presidente del COI, hasta 1999 era elegido por ocho años y podía ser reelegido por periodos de cuatro, mientras que desde esta reforma sólo podría ser reelegido por un único mandato cuatrienal.

HISTORIA

Los I Juegos Olímpicos de la era moderna se celebraron en abril de 1896 en Atenas.

Participaron deportistas de 13 países en 42 pruebas y 9 deportes.

Los II Juegos Olímpicos (1900) tuvieron lugar en París (Francia).

Las siguientes sedes olímpicas fueron Saint Louis (Estados Unidos, 1904; una competición olímpica de carácter extraordinario, no del ciclo regular, se celebró en Atenas en 1906), Londres (Reino Unido, 1908), Estocolmo (Suecia, 1912), Amberes (Bélgica, 1920), París (1924), Amsterdam (Países Bajos, 1928), Los Ángeles (Estados Unidos, 1932), Berlín (Alemania, 1936), Londres (1948), Helsinki (Finlandia, 1952), Melbourne (Australia, 1956), Roma (Italia, 1960), Tokio (Japón, 1964), ciudad de México (México, 1968), Munich (Alemania, 1972), Montreal (Canadá, 1976), Moscú (entonces Unión Soviética, 1980), Los Ángeles (1984), Seúl (Corea del Sur, 1988), Barcelona (España, 1992), Atlanta (Estados Unidos, 1996), Sydney (Australia, 2000), Atenas (2004), Pekin (2008) y Londres (2012).

Los Juegos Olímpicos programados para Berlín en 1916 no pudieron celebrarse debido a la I Guerra Mundial; los de 1940 y 1944 fueron igualmente suspendidos por la II Guerra Mundial.

De modo creciente, las contiendas bélicas e incidentes políticos han interferido en uno de los objetivos declarados de los Juegos de la era moderna: fomentar la concordia internacional, incluso apelando a la denominada ‘tregua olímpica’ para conseguir el alto el fuego en los conflictos bélicos durante la celebración de eventos olímpicos (tanto de Verano como de Invierno). En los Juegos de Berlín (1936) Adolf Hitler rehusó reconocer las hazañas de Jesse Owens, un estadounidense de raza negra que ganó cuatro medallas de oro. Los Juegos Olímpicos celebrados en 1972 en la ciudad alemana de Munich estuvieron marcados por una tragedia alimentada por las condiciones políticas del Oriente Próximo, cuando miembros de una organización palestina mataron a dos atletas y tomaron como rehenes a otros nueve miembros de la representación de Israel, que murieron más tarde junto con cinco palestinos y un policía alemán en un enfrentamiento armado con la policía en el aeropuerto de Munich. Las actividades olímpicas se suspendieron durante un día en recuerdo de los atletas asesinados. Los Juegos Olímpicos de 1976, celebrados en Montreal (Canadá), también se vieron alterados por acontecimientos políticos. El gobierno canadiense, anfitrión de los Juegos, no permitió que el equipo de Taiwan portara su bandera ni que se tocara su himno nacional durante la celebración de los Juegos; acto seguido, el equipo de Taiwan se retiró. Un segundo suceso involucró a la mayoría de países africanos que solicitaron la exclusión de Nueva Zelanda de los Juegos, por haber permitido que uno de sus equipos de rugby jugara en Suráfrica, incumpliendo así la política de sanciones que la comunidad internacional había establecido contra el gobierno surafricano por su política de apartheid. Al no verse cumplidas sus demandas, 31 países retiraron sus equipos de los Juegos en solidaridad con los países africanos.

Estados Unidos, después de un amplio debate, se retiró de los Juegos de 1980 que se celebraron en Moscú, en la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), en protesta por la invasión soviética de Afganistán, actitud que fue seguida por otros 64 países. Como represalia, la URSS, arguyendo dudas sobre las medidas de seguridad, se retiró de los Juegos de Los Ángeles de 1984, al igual que otros quince países. En los Juegos de Seúl 88, la única controversia política se centró en la oferta de Corea del Norte para ser país anfitrión de forma compartida, lo que no fue aceptado. Los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona (España) se beneficiaron de un paisaje político distinto: participaron 172 naciones y territorios, incluido el Equipo Unificado (formado con atletas de Rusia y otras once antiguas repúblicas soviéticas), una Alemania reunificada y Suráfrica, a quien se permitió competir por primera vez desde 1960.

Después de los Juegos de 1904, que tuvieron poco significado internacional, ya que la mayoría de los participantes eran de Estados Unidos, más y más naciones han presentado equipos en los Juegos. El número total de atletas participantes también ha aumentado, pasando de los 295 que compitieron en Atenas en 1896, a los más de 10.600 que lo hicieron en Atenas en 2004. Al mismo tiempo, las pruebas de clasificación olímpicas, juegos eliminatorios que se celebran cada cuatro años bajo los auspicios de los comités olímpicos nacionales, han adquirido una gran importancia.

CAMBIOS EN LA COMPETICIÓN

Desde la primera edición de los Juegos del ciclo moderno, el número de mujeres participantes y el número de deportes y pruebas abiertas a la competición en los mismos se ha incrementado. Un tercer desarrollo significativo ha sido la mejora gradual de los resultados por las sucesivas generaciones de atletas olímpicos.

CEREMONIAS

juegos olimpicos barcelonaTradicionalmente una ceremonia muy elaborada abre los Juegos Olímpicos. Hay un desfile de los atletas entrando en el estadio, precedidos por el equipo griego, en honor a los fundadores de los Juegos Olímpicos, con la nación anfitriona marchando en último lugar. Se toca el himno olímpico y se iza la bandera olímpica (cinco aros entrelazados sobre un fondo blanco). Entra entonces un corredor portando la antorcha olímpica, encendida en su inicio por los rayos del sol en Olimpia (Grecia) y llevada a la sede por relevos de corredores. La ceremonia finaliza con una suelta de palomas, simbolizando el espíritu pacífico de los Juegos.

Durante la celebración de los Juegos se realizan ceremonias de imposición de medallas en honor a los ganadores de cada prueba. El primer, segundo y tercer clasificados suben a un podio y reciben medallas de oro, plata y bronce, respectivamente. Se izan las banderas de los países de los tres atletas y suena el himno del país del ganador de la medalla de oro. Otra ceremonia, de clausura, cierra los Juegos.

PUNTUACIÓN

Los Juegos Olímpicos son una competición de atletas individuales, no de países, y el COI no da los resultados por naciones. Sin embargo, los medios de comunicación de todas las naciones informan de los resultados obtenidos por sus representantes de acuerdo con uno o dos sistemas de puntuación. En el sistema por puntos, se conceden diez puntos por cada medalla de oro en una prueba, cinco por cada medalla de plata, cuatro por la de bronce, tres puntos por un cuarto lugar, dos por un quinto y uno por un sexto. El otro sistema de puntuación elabora una lista (medallero) con el número de medallas ganadas por cada nación.

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