Independencia de México


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24 de Agosto de 1821
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Tratados de
Cordoba
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De Hidalgo a Morelos

27 de septiembre de 1821:

Aniversario de la Consumación de la Independencia de México

2012_10_mex1El día 27 de septiembre de 1821, fecha del cumpleaños de Iturbide el Ejército Trigarante (o de las Tres Garantías) salió desde Chapultepec para reunirse con el grueso de las tropas en Tacuba. A las diez de la mañana, el jefe máximo del Ejército Trigarante, montado en un caballo negro y seguido del Estado Mayor , avanzó por el Paseo Nuevo hasta llegar a la avenida de Corpus Christi, deteniéndose en la esquina del convento de San Francisco bajo un soberbio arco triunfal. Fue recibido por el alcalde más antiguo, José Ignacio Ormaechea, quien le entregó las llaves de la ciudad. El paso del contingente fue vitoreado con gritos de «¡Viva Iturbide!, ¡Viva el Ejército Trigarante!, ¡Viva el emperador Iturbide!».

Entre los oficiales se encontraban Domingo Estanislao Luaces, Pedro Celestino Negrete, Epitacio Sánchez, José Morán, Vicente Guerrero, Nicolás Bravo, Anastasio Bustamante, José Joaquín Parrés, José Antonio Echávarri, José Joaquín de Herrera, Luis Quintanar, Miguel Barragán, Vicente Filisola, José Antonio Andrade, Felipe de la Garza, Manuel de Iruela, Antonio López de Santa Anna, Gaspar López, Mariano Laris y Juan José Zenón Fernández. La mayor parte del ejército estaba formada por la tropa de exvirreinales que se habían adherido al Plan de Iguala. Solo una mínima parte eran exinsurgentes del Sur. Al terminar el desfile, O’Donojú, Iturbide y una numerosa comitiva se dirigieron a la Catedral de México en donde se entonó el Te Deum. Después el caudillo emitió una proclama a la población.

El 28 de septiembre los mexicanos elaboran el Acta de Independencia de México que declara su independencia. Seguidamente Juan de O’Donoju murió de forma súbita el 8 de octubre de 1821 en México, afirmándose que fue envenenado. Las Cortes españolas rechazaron el Tratado de Córdoba y la independencia mexicana, publicando esta determinación en la Gaceta de Madrid los días 13 y 14 de febrero de 1822.5 El Congreso constituyente mexicano proclama a Agustín de Iturbide emperador de México el 18 de mayo de 1822.6 Once meses más tarde Iturbide es depuesto tras la victoria republicana de la Revolución del Plan de Casa Mata, y el Congreso mexicano consideró liquidados el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba.

Meses antes de los Tratados de Córdoba y la proclamación de Independencia, Iturbide proclamaba el Plan de Iguala el 24 de febrero de 1821, el cual resultaba atractivo para casi todos los novohispanos pues, de alguna manera, beneficiaba a distintos grupos sociales. Dicho plan proponía una monarquía limitada y separada, lo que complacía a quienes buscaban la autonomía con respecto a España; tomaba en cuenta ciertos principios de la Constitución de Cádiz, favorables a los liberales; ofrecía a Fernando VII, o a otro miembro de la Casa de los Borbones, ocupar el trono de México, lo que era del agrado de los tradicionalistas; disponía de la continuidad de los fueros eclesiástico y militar, por lo que ambas corporaciones se unieron a él. Además, preveía que los funcionarios del gobierno conservaran sus empleos y jerarquías, ganando así el apoyo de la burocracia novohispana.

El plan suprimía, además, las distinciones étnicas entre los habitantes de la hasta entonces Nueva España; declaraba la igualdad de todos los individuos y, por lo tanto, en teoría, todos tendrían los mismos derechos. En cuanto al gobierno del nuevo país, proponía una Regencia, que se haría cargo del gobierno por una breve temporada, y una Junta Soberana compuesta por liberales y conservadores, además convocaría a Cortes para elaborar una Constitución. Finalmente, exhortaba a los insurgentes a incorporarse al nuevo ejército, el Trigarante, cuyo nombre aludía a tres garantías: Religión, Independencia y Unión.

Sin embargo, Carlos María de Bustamante comento después de la entrada triunfante de Iturbide a la capital: «Tal fue el Tratado de Córdoba, confirmación del Plan de Iguala, aunque modificándolo en el importante punto de designación de las personas que se llamaban a ocupar el trono del nuevo imperio, pues además de señalar para ellos al rey Fernando VII y a sus hermanos don Carlos y don Francisco de Paula, se hizo también mención del príncipe heredero Luca, sobrino del monarca español y se omitió el nombre del archiduque Carlos de Austria; pero se introdujo en el tratado la notable novedad de que por la no admisión del rey y los infantes, las Cortes elegirían al soberano, sin expresar que había de ser de casa reinante, como se fijó en el Plan de Iguala. Iturbide dejó con esto abierta la puerta a su ambición, y O’Donojú, «empeñado únicamente en asegurar el trono a los príncipes de la casa de España, dice Alamán, quizás no reparó en la variación muy sustancial que Iturbide había introducido, bastante a minar todo el edificio que acababa de levantarse.» No pudo ocultarse al sagaz primer jefe del ejército libertador que el tratado era esencialmente nulo, por falta de poder para ajustarle por una de las partes, pues el carácter de capitán general y jefe superior político que tenía O’Donojú era insuficiente para celebrar un contrato de tanta entidad; pero el tratado le allanaba la posesión de la capital, y dividía más y más a los últimos defensores de la dominación española».

Imagen: Entrada del Ejercito Trigarante
Fecha: Siglo XIX
Autor: F. Bastin, Michauld and Thomas

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