Geografía e Historia de La Habana


Emplazada en la parte noroccidental de la isla de Cuba, está bañada por las aguas que atraviesan el estrecho de Florida. En la parte oeste desemboca el río Almendares, y al este se encuentra la ensenada de Marimelena, comunicada con el Cuara a través de un estrecho brazo de agua, que constituyen un extraordinario puerto natural, utilizado desde principios del siglo XVI.El clima es de características tropicales y el año se divide en dos periodos claramente definidos: la época lluviosa, de mayo a octubre; y la época seca, de noviembre a abril. El mes más cálido es agosto, con una temperatura media de 27’1 °C, siendo el mes más frío febrero con 21’4 °C. En cuanto a las precipitaciones, los meses más secos son febrero y marzo con 46 mm y el más húmedo octubre con 173 mm.

Población y economía

En su crecimiento ininterrumpido, la ciudad ha desbordado ampliamente los márgenes del río Almendares, en cuya orilla izquierda se abren los barrios de Alturas de Miramar, Nicanor del Campo, Almendares, La Sierra, Buena Vista y Miramar. La Habana vieja, junto al puerto, y los barrios inmediatos, conservan su carácter de centro del pequeño comercio popular. En el centro geográfico de la actual ciudad, la plaza de la Revolución, se levantan las sedes de los ministerios de la presidencia de la República y del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

El sector terciario absorbe el 57% de la población activa, el sector secundario al 32% y el resto se dedica a la agricultura. A pesar de que la industrialización va extendiéndose a distintos puntos de la isla, La Habana, sigue siendo el núcleo con mayor actividad industrial (industrias alimentarias, textiles, metalurgia, construcciones mecánicas y navales, refino de petróleo, materiales para construcción, industria química y farmacéutica). El puerto de la Habana es el más importante de Cuba, asegura aproximadamente el 60% del tráfico total de mercancías.

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La Bahía de la Habana, visitada por los conquistadores por primera vez en 1509, fue el elemento natural considerado para el establecimiento en su ribera occidental de la Villa de San Cristóbal de La Habana, a fines de 1519. Esta villa fue destruida por los ataques de corsarios y piratas en 1538 y 1555 y reconstruida en 1556. Mediante Real Cédula del 20 de diciembre de 1592, se convirtió en Ciudad y recibió los títulos de Antemural de las Indias Occidentales y Llave del Nuevo Mundo. Posteriormente se transformó oficialmente en capital de la colonia mediante la Real Cédula del 8 de diciembre de 1607. Durante más de dos siglos, el Puerto de la Habana fue el más relevante del Hemisferio Occidental, debido a que en él se reunían las flotas en sus viajes de regreso a España, así como a la existencia del Real Arsenal, uno de los astilleros más importantes del mundo de aquella época, por lo que para su protección se ejecutaron sus principales fortificaciones y murallas.

El desarrollo territorial, arquitectónico y urbanístico de la ciudad se inició en la segunda mitad del siglo XVII, sin embargo se alcanzó su máximo esplendor en el siglo XIX cuando se ejecutaron importantes obras de desarrollo urbano, tales como el Acueducto de Albear, el ferrocarril, alumbrado público por gas, el sistema de transporte urbano, etc.

Durante la etapa colonial la ciudad alcanzó su máxima expansión territorial, uniéndose a varios poblados cercanos y adquirió el carácter de centro metropolitano. En 1958 su población ascendió a millón y medio de habitantes. Mantuvo y elevó su condición de capital privilegiada del país, ya que poseía el 52% de las instalaciones industriales. Su puerto recibía el 90% de las importaciones industriales y era el principal centro consumidor de la nación, pues acaparaba el 35% del comercio interior. Para disminuir la tremenda desproporción entre la capital y el resto del país, se elaboró, desde el triunfo de la Revolución en 1959, una justa política encaminada a realizar las principales inversiones estatales a otras regiones del territorio nacional a fin de eliminar la pobreza heredada. La ciudad de La Habana, que recibió la parte menos significativa del valor total de las inversiones prioritarias, fue marco, sin embargo, para la realización de importantes obras en la economía de la capital del país y de beneficio popular, promovidas por la Revolución, en el breve período de dos décadas. Fueron eliminados los barrios marginales de la ciudad y se construyeron unas 55.000 viviendas que beneficiaron alrededor de 220.000 habaneros. La esfera de la actividad productiva recibió también inversiones considerables y se ejecutaron grandes y complejas obras.

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