Carlos I


reyborcarI

Rey de España

Rey de Nápoles y Sicilia

Señor de los Países Bajos

Duque de Milán

Duque de Borgoña

Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico

Carlos I (V del Sacro Imperio Romano) (1500-1558), rey de España (1516-1556) y, como Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (1519-1558), una de las principales figuras de la edad moderna, llevó a cabo el último intento por mantener la unidad europea en torno al cristianismo católico.

Hijo del archiduque Felipe I el Hermoso y de la reina castellana Juana I la Loca, nació el 24 de febrero de 1500 en la ciudad flamenca de Gante (en la actual Bélgica). La política matrimonial de sus abuelos, la muerte de su padre en 1506, la desaparición prematura de presuntos herederos y la incapacidad de su madre concentraron en su persona las dispares herencias de cuatro dinastías: las casas de Habsburgo, de Borgoña y de Trastámara, esta última por partida doble (castellana y aragonesa). De su abuelo paterno, el emperador Maximiliano I, heredó los territorios centroeuropeos de Austria y los derechos al Sacro Imperio; de su abuela paterna, María de Borgoña, los Países Bajos; de su abuelo materno, Fernando II el Católico, la Corona de Aragón, además de Sicilia y Nápoles; y de su abuela materna, Isabel I la Católica, la Corona de Castilla, Canarias y todo el Nuevo Mundo descubierto y por descubrir.

Vivió y se educó durante los primeros años en la corte flamenca. Huérfano de padre y alejado de su madre, recibió de su preceptor, Adriano de Utrecht, una esmerada educación, una excelente preparación cultural y religiosa, así como el gran sentido idealista y caballeresco que aún pervivía en el ambiente borgoñón, aunque le faltó el sentido práctico de un auténtico estadista. En 1515 se hizo cargo del gobierno de los Países Bajos, que debido a su inexperiencia dejó en manos de Guillermo de Croÿ, señor de Chièvres, y a la muerte de su abuelo Fernando en 1516, se convirtió en rey de España al recibir las coronas de Castilla y de Aragón.

En 1519 logró su máxima aspiración de convertirse en emperador, título al que deseaba dar un contenido positivo, sustituyendo el simple vínculo jurídico por un ideal común, al que bajo su dirección cada componente del Sacro Imperio aportaría su propia originalidad. Carlos I (quien, como emperador pasó a ser conocido como Carlos V), sin embargo, a lo largo de su vida, tuvo que plegarse a las necesidades y a las circunstancias, algunas imprevistas: de una primera etapa de cruzada, el programa se fue reduciendo hasta cristalizar en la preocupación dinástica, si es que ésta no actuó de forma prioritaria desde el primer momento. Por otra parte, aunque hubiera poseído una idea imperial, nunca contó con un auténtico imperio. Fue rey de reinos y dominios que carecían de unas instituciones y organismos administrativos comunes; en cada territorio subsistían fuerzas centrífugas irreconciliables con intereses comunes, que, dentro de lo posible, fueron respetadas por el monarca.

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