(Alcalá de Henares, 1485-Kimbolton, Reino Unido, 1536)
reina de Inglaterra (1509-1533). Hija de los Reyes Católicos, Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla, nació el 15 de diciembre de 1485 en Alcalá de Henares (en la actualidad, perteneciente a la Comunidad de Madrid). Como parte de la política de alianzas internacionales diseñada por sus padres, se casó en 1501 con Arturo, heredero del rey de Inglaterra Enrique VII. Al morir Arturo al año siguiente, los intereses de Estado llevaron a negociar el matrimonio de la viuda con el nuevo heredero, el príncipe Enrique, hermano del difunto, aunque la boda se pospuso hasta que el príncipe de Gales se convirtió en 1509 en el nuevo monarca inglés con el nombre regio de Enrique VIII. De la unión nacieron seis hijos, pero sólo sobrevivió una hija, la futura reina de Inglaterra María I Tudor, nacida en 1516.
Once años más tarde, el Rey, preocupado por la falta de heredero varón y enamorado de Ana Bolena, planteó la ilicitud del matrimonio con la viuda de su hermano, pero el papa Clemente VII se negó a disolverlo. En plena efervescencia protestante, la cuestión se convirtió en una viva polémica sobre la primacía papal y en ella participaron intelectuales y teólogos. Finalmente, Enrique VIII se divorció de Catalina, y en enero de 1533 se casó en secreto con Ana Bolena, ya embarazada de la futura reina Isabel I. Excomulgado por el papa Clemente VII, la Iglesia anglicana reconoció al monarca inglés como su jefe supremo, separándose en 1534 de la obediencia al Papado.
Catalina, cuyo matrimonio con Enrique VIII había sido considerado nulo por el arzobispo de Canterbury, Thomas Cranmer; fue recluida en el castillo de Kimbolton (condado de Cambridge), donde murió el 7 de enero de 1536, sin renunciar jamás al título de reina.
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